El viento pega en la cara, fresco. Pega tanto que me lleva en un arco temporal hacia muchos años antes al frío ventoso de Bahía.
Pero estamos acá:
Viento fresco después de la lluvia que golpea la cara. Sol de septiembre... no, no es de otro mes, es amarillo, pero menos, másclaro y da la bienvenida al calor que va a venir dentro de pronto.
Risas y sonrisas. Estar muy adentro mío buscando lo que va a salir a la luz más tarde.
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