Llego a JFK y veo dormido en uno de los sillones a un chico que
vestía un pantalón de cuero, tapado de piel y cartera dorada. Esa fue mi
bienvenida a NY, un glam en la terminal de un aeropuerto quedado en
otro tiempo. Sentí que esa sensación la iba a encontrar toda mi estadía
en NY pero no fue así. No sé si por falta de ojo, no sé si por
emocionarme con el cliché prometido en tantas horas de películas, no sé
si por moverme en los must see places.
Pero siento que igual
encontré algo de NY, que algo de esa ciudad quedó en mí y tengo la
certeza que pronto volveré y la veré y encontraré más cosas,
encontrándome a mi y otra forma de mirar.
Ahora solo encontré esto:
No hay comentarios:
Publicar un comentario