domingo, 27 de mayo de 2012

Volver

Bahia Blanca mezcla y encuentra sentimientos en mí. El pasado del que escapé, que también añoro en amigos y familia hoy.  El presente que se presenta frío y expulsivo en la calles,  cálido y abrazador en el interior de los hogares amigos.

En mi intimidad Bahía es un viaje en espiral. Siempre necesito volver, siempre necesito alimentarme y llevarme su antídoto para irme de ella y volver con más preguntas, encontrar otras respuestas y así seguir.  No puedo decir nunca voy a volver a ella.  Creo que después de tantos años aprendí que siempre va a ser una tensión constante entre quien fui para ser quien soy y siempre tendré que volver a ella para seguir yéndome.

Esta es la bahía exterior; la de los sábados a la hora de la siesta, donde hay que pelearle al clima para salir y ver que se puede encontrar, aunque a veces no se encuentre a nadie.








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