Bahia Blanca mezcla y encuentra sentimientos en mí. El pasado del que escapé, que también añoro en amigos y familia hoy. El presente que se presenta frío y expulsivo en la calles, cálido y abrazador en el interior de los hogares amigos.
En mi intimidad Bahía es un viaje en espiral. Siempre necesito volver, siempre necesito alimentarme y llevarme su antídoto para irme de ella y volver con más preguntas, encontrar otras respuestas y así seguir. No puedo decir nunca voy a volver a ella. Creo que después de tantos años aprendí que siempre va a ser una tensión constante entre quien fui para ser quien soy y siempre tendré que volver a ella para seguir yéndome.
Esta es la bahía exterior; la de los sábados a la hora de la siesta,
donde hay que pelearle al clima para salir y ver que se puede encontrar,
aunque a veces no se encuentre a nadie.
Es la Nada y el Todo.
ResponderEliminarMuy expresivas las fotos.